-Supongo que no tengo opción, ¿no? -acepté sin más.
-Nop… no la tienes.
Adela sabía lo pesado que se me hacía esa idea, que me fastidiaban esas ostentosas fiestas y que ahora no estaba de humor como para soportar un día entero sin poder siquiera hablarle a Michael.
-Pero, ¡hey! Será divertido. -dijo Courtney soltando una sonrisa de oreja a oreja.
-¿También irás tú pequeña?
-Claro que irá, Michael nos invitó a las tres, aunque tú ya tenías una invitación separada… como PE RIO DIS TA. -apuntándome con su dedo índice.
-Adela, ya entendí -suspiré- y… ¿cuándo es esa bendita fiesta?
-Mañana, así que tenemos que ir de compras.
-¡No! Para mí no es necesario, me pondré algo que tengo refundido por ahí, más bien… cómprale algo a Court.
-Como quieras Vale…
De repente, se escuchó el sonido de un teléfono.
-¿Teníamos teléfono en este departamento? -pregunté señalando atrás mío.
-Si, ¿contéstalo quieres? -me ordenó Adela, como ya me tenía acostumbrada.
-Claro… mamá.
Me levanté y Adela lanzó un cojín contra mí haciendo que Courtney riera a carcajada abierta y yo salga corriendo a contestar el teléfono que no dejaba de sonar.
-¿Hola? -contesté tímidamente.
Al instante escuché una risita que causó una descarga eléctrica en todo mi ser.
-Vale, soy yo… Michael.
Como si no lo supiera, podía reconocer su pequeña risa o simplemente su delicada respiración a 1000 Km . de distancia sin problema alguno.
-Sé que eres tú, ¿todo bien?
Otra suave risita.
-Si todo bien, solo quería saber… -corto silencio- Adela te dijo sobre…
-¿La fiesta? -interrumpí- Si ya me lo dijo.
-¿Y…?
-Si iré, no tengo opción… es por trabajo ¿no?
-En tu caso si… y -otro poco de silencio- ¿te dijo ese pequeño detalle?
¿“Pequeño detalle”? Si claro…
-Aah… ¿ese pequeño detalle el cual no puedo ni hablarte, tocarte, ni mirarte?
-No exageres, si podrás hacer esas cosas… pero no como tú y yo quisiéramos.
Esta vez los dos soltamos risitas llenas de picardía, definitivamente Michael era el único que podía producir eso en mí.
-Además -cortando con las risas- tengo algo qué proponerte ese día.
-¿Proponerme? Pe… pero ¿no me lo podrías “proponer” por acá?
-¡Qué curiosa eres! Es una sorpresa, así que… ni pienses que te diré algo por este medio.
-Está bien… no insisto más.
Estuvimos un rato en silencio y pude sentir la suave y armoniosa respiración de Michael, era como un delicado cantar de los ángeles, como un susurro celestial.
-Bueno Campanilla, tengo que dejarte… hay cosas por realizar que ya te las contaré más adelante, te llamo mañana ¿si? Te quiero pequeña, adiós.
Y sin darme tiempo de contestarle… colgó.
Miré el auricular del teléfono de manera extraña y lo puse en su lugar para luego caminar arrastrando los pies hasta donde estaba anteriormente y me tiré sobre el sillón subiendo las piernas y dejando caer mi cabeza encima de mis brazos.
De pronto, Adela y Courtney empezaron a reír fuertemente como si de una explosión se tratara.
Levanté la cabeza de golpe.
-¿Qué les causa tanta risa par de enanas?
-No puedo creer que Michael te haya cambiado tanto Valeria -tapándose los labios- mira, hasta la forma de hablar.
-Tu manera de mirar, tu paso al caminar ¡TODO! -añadió eufórica Court.
-Creo que ya es suficiente -levantándome- yo sigo siendo la misma de siempre y si me disculpan, me voy a descansar de sus ocurrencias… buenas noches.
Y aunque no era muy tarde y ni tenía sueño, me sentía tan fastidiada… y ¿por qué? Porque Adela y Courtney me estaban cansando con todo ese tema… y ¿lo peor de todo? Es que tenían toda la razón del mundo.
Se podría decir que todo esto se me esta escapando de las manos, me estaba enamorando de Michael cada vez más y más. Su sonrisa, sus intensos ojos marrones, su suave y tersa piel morena, esos rizos intensamente negros, cada caricia, cada mirada, los susurros… los “te quiero.”
Todo, absolutamente todo de él, estaba haciendo que caiga rendida al amor. Como una paloma herida al contacto de la bala de su asesino.
Ya echada en la cama con la vista hacia el techo sentí que las horas pasaban lentamente, hasta podía escuchar el leve “tic-toc” del reloj de pared que había en la habitación.
-Ok- murmuré para mí misma- caí como una mansa paloma ante los brazos de Michael, ahora… debo prepararme ante las consecuencias de mis impredecibles actos. Sin duda alguna… soy “otra Valeria”.
Solté un largo suspiro, cerré los ojos y sin cambiarme de ropa o levantar las sábanas de la cama, me quedé dormida sin aviso alguno.
PA-TE-TI-CO
ResponderEliminar???????????????' hey anónimo! que te pasa, cual es tu problema ??...
ResponderEliminarcomo siempre Tati me encanto !!
adoro tu forma de escribir ** síguela pronto !
Todo mi desprecio para el Anónimo que comentó al principio! ... ¬¬'
ResponderEliminarLo amé! Lo amé de principio a fin! Escribes de maravilla!
Sigue pronto!
Besos!
Hey chicas, no se preocupen! siempre hay gente sin vida que trata de joder a otros :)
ResponderEliminarMas bien, si a ustedes le pasa lo mismo, ni se gasten en hacerles caso! Dedíquense a escribir sus fics que son la maravilla *o*
Gracias Nathalie, Julia! sus comentarios alegran mi noche entera :)
SON LA LEY niñas!
Y a tí anónimo (que me encantaría saber quién eres xDD) pierdes tu tiempo :)
Un beso!
L.O.V.E
Qué gran capítulo Tatiana !!
ResponderEliminarMe ha encantadoo! Vale si que está enamoradísima de Michael! aww qué lindos *o*
Ya quiero que llegue la fiestaa!! Y qué le propondrá Michael a Vale??!!!
AAAH ! Tati, tienes que publicar el otro capítulo pronto!!
Tu novela es taaan genial, y no hagas caso al anónimo por ahí, que ya quisiera escribir tan bien como tú *o*
Bueno siguela pronto, si?
Besos n.n
me encanto el capi, eso de que la ha cambiado es ceirto y muchooooo!!! ame el capi y tu forma de escribir fenomenal, no me parecio bien que le colgara asi Michael pero bbueno, aaaa el amor el amor no deja de ser, y no le hagas caso a ese mensillo mucho galleta mi niña siguela pronto
ResponderEliminarBIE LIAO