lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 24: "Fortaleza"


Narra Michael.

Estaba sentado al pie de uno de los muchos ventanales que había en esta mansión, miraba con melancolía el inmenso jardín que yacía afuera y esperaba ansioso a que Valeria llegara.

Valeria, mi hermosa e inocente niña. Aquella chica de cabellos azabache y ojos oscuros había logrado cambiar mi mundo entero, tan solo pensar en ella hacía que todo tome un color diferente y que mis inseguridades desaparezcan. Tenía mucho que agradecerle, pero nunca encontraré la manera, ella se merecía todo el amor que le había otorgado hasta el momento y más… muchísimo más.

Desde el primer momento en que la vi supe que era ella la mujer con la que quería estar cerca, la mujer a la que le abriría mi corazón y a la que le permitiría derrumbar la coraza que mantuve intacta durante años.
Cuando la conocí me pareció la chica más graciosa del mundo, pero lo más raro es que ella en un momento me contó que era todo lo contrario, que solía ser demasiado seria y que muchas veces llegaba a ser aburrida y renegona. Me acuerdo que reí mirándola fijamente y ella se sonrojó luciendo aún más hermosa, todavía no entiendo cómo pude tener tanta suerte en que ella me entrevistara.
Casi no acepto conceder tal entrevista, pero algo en el fondo de mi corazón me decía que lo haga y así pude entender, que el corazón nunca se equivoca.

Poco a poco la fui queriendo con intensidad, poco a poco ella se adueñó de todos mis pensamientos, algunas veces hasta me asustaba, porque el sentimiento crecía cada vez más llegando a un punto en donde ni yo mismo lo entendía, hasta el momento en el que ella me susurró un “te quiero” al oído.

Pude notar el cambio de Valeria, repentino pero genuino, recuerdo que antes de poder entablar una conversación, ella tenía un aspecto muy rudo como si tuviera una barrera protectora y por eso pudimos entendernos a la perfección ya que los dos la teníamos porque nos habían hecho mucho daño en el pasado y nos asustaba abrirnos tan repentinamente ante las personas, pero fuimos perdiendo ese miedo de a pocos y lo más hermoso de todo, que lo hicimos juntos.

¡Ayer estaba tan bella! Podría decir con seguridad que las estrellas estaban celosas y la luna llena, invadida por la envidia.
Sus delicados rizos bailaban al ritmo del viento, adoraba su cabello cuando lo tenía lacio, pero ese detalle de anoche hizo volar mis sentidos, su mirada fuerte, segura pero dulce a la vez estaba siempre fija en mí, demostrando sinceridad en todo momento y en cada palabra que decía.
Me encontró hablando con Brooke, estoy más que seguro que sintió celos, ella lo negó, pero puedo reconocer su expresión a miles de kilómetros cuando algo le molesta. Jamás la dejaría, por más que Brooke sea una bella mujer, jamás dejaría a mi Campanita de cabello oscuro por ella.

Cuando imagino el momento en el que tendré que despedirme de Valeria, el corazón inevitablemente se me hace pedazos de poco en poco, no iba a poder manejar toda esta situación.
Mi vida estaría tan vacía, sin el encanto de ella, sin su risa de niña, sin la dulce mirada que destilaba de sus ojos oscuros… sin su calmada respiración bañándome el rostro, sin sus besos que me llenaban el alma.
Simplemente, no podría manejarlo.

-Ya llegó Valeria… te esta esperando en la sala. -me avisó Janet entre alaridos sacándome de mis pensamientos.

Bajé y ahí estaba ella, parada de espaldas. Tenía su hermoso cabello lacio de regreso, vestía ropa sport. Tan sencilla y encantadora a la vez.
Decidí asustarla, avancé ágilmente hacia ella sin hacer ruido alguno y tapé sus ojos con mis manos.

-¿Michael? -preguntó sobresaltada riendo, apartó mis manos, volteó y me dedicó una sonrisa- Veo que a ti no te afectó acostarte tarde.

-No. -dije acariciando su fino mentón- El solo hecho de saber que vendrías hoy me despertó sin problema alguno. ¿Te das cuenta de la fortaleza que me das?

Noté como poco a poco un leve rubor se apoderaba de sus mejillas dándole un aspecto adorable, al instante deposité un suave beso en sus labios, sostuve su cintura con firmeza atrayéndola más hacía mi y ella rodeó mi cuello con sus brazos.
Aquello fue increíble, me llevó a otra parte… a otro Universo, quizás.

Nos separamos un par de centímetros y su sonrisa otra vez iluminó la sala.

-Créeme, con esto me has dado la fortaleza suficiente como para trabajar mil años sin parar. -susurró bañándome el rostro con su cálida respiración- Sabía que un beso tuyo me daría fuerza, no sé que haré el día en que ya no los tenga a mi alcance.

En ese momento un nudo se formó en mi garganta produciéndome un fuerte e incómodo dolor.
Me solté de sus brazos acrecentando la distancia entre los dos pero quedé sosteniendo sus manos con fuerza.

-No pienses en eso, debemos vivir el presente, ¿ya no te lo dije? -ella asintió mirándome con ternura- Entonces, borra por un momento esa idea de tu mente. -besé su frente delicadamente y la llevé hacia el sillón, nos sentamos y ella me miró fijamente con un poco de preocupación- ¿Pasa algo?

-Michael, quería hablarte sobre el… -bajando la voz- viaje, tengo que decirte algo. -dijo esto y se mordió el labio inferior en acto de nerviosismo.

Temí lo peor, en ese momento la idea de que quizás Valeria se haya arrepentido de haber aceptado el viaje atacó mi cabeza, me puse tenso y ella lo notó.

-No te pongas así, no lo cancelaré. -sonrió de lado- Pero, no puedo cumplir exactamente con la parte del “trato”, verás… haremos ese viaje, pero el destino tiene que ser otro.

-¿Por qué? -todavía no había conseguido el alivio, seguía tenso.

-Porque simplemente no puedo regresar allá, han pasado muchos años desde que me fui y… es complicado para mí, necesito que me entiendas Michael. -ella me miró de manera suplicante frunciendo delicadamente el seño, al parecer creía que iba a reaccionar de mala manera.

-Te entiendo pequeña, no tienes por qué angustiarte… te entiendo perfectamente. -dije acariciando su cabello para calmarla- No te preocupes, buscaré otro lugar a donde podamos ir.

Y sin darme tiempo de reaccionar, se lanzó sobre mí abrazándome con fuerza. Al instante percibí su embriagador perfume, una combinación exquisita de vainilla y rosas penetró mi nariz llenándome de una sensación casi celestial.

-Gracias, solo tú tienes la capacidad para comprenderme. -susurró cerca de mi oído logrando que me estremeciera, me besó en la mejilla suavemente y se separó de mí.

-¿Ya sabes cómo huirás de Adela sin que se de cuenta? -pregunté entre risas.

-La verdad, no. -rió ella también- No suelo hacer planes, dejaré que todo salga al momento, amo arriesgarme, el peligro es mi pasión. -dijo haciendo un mohín de niña mala.

-Olvidaba que eras periodista. -dije riéndome con más fuerza- ¿A ustedes les encanta el peligro, no?

-No siempre, es emocionante… lo admito. Pero solo lo hacemos cuando vale la pena, en mi caso, solo perseguía a políticos.

-¿Políticos? -pregunté lleno de curiosidad- Entonces, ¿por qué te mandaron a entrevistarme?

Ella me miró y empezó a reírse con mucha fuerza, sus risas hicieron eco por todo el salón.

-Porque dijeron que era la más indicada para hacerlo, ¿raro no? -encogiéndose de hombros- Pocas veces entrevisté a artistas, es que… siento que los políticos eran más fáciles de atrapar, ustedes, no. Absolutamente no. -sacó de su bolso una grabadora y empezó a revisarla- Me acuerdo que una vez por perseguir a Madonna caí en un jardín bruscamente y me torcí el tobillo, desde ahí decidí no hacerlo más.

-¿En serio? -ella asintió- Yo siempre pensé que tu trabajo era fácil, tu sabes… corretear gente famosa debe ser genial, ¿no?

-No Michael, no es para nada genial. Es agotador y estresante, bueno… hay algunos que aman hacer eso, pero yo no. -dijo frunciendo el ceño- El periodismo es mi pasión, pero el verdadero periodismo; serio, dedicado y genuino, sin ninguna tontería publicitaria de por medio.

La admiré, en ese momento la pasión con la que hablaba no se comparaba con nada. Miraba fijamente sus ojos oscuros y me daba cuenta que la amaba intensamente, sin ningún temor.

-Tenían razón, eres la más indicada para cumplir con este trabajo. -ella me miró, sonrió de lado y siguió preparando la grabadora que sostenía con sus pálidas manos.

-Bueno. -suspiró- Avancemos con esto, estamos algo atrasados, eh.

Comenzó a hacer preguntas con su grave pero agraciada voz, yo hacía el intento de responder sin trastabillar, no quería malograr su trabajo… pero lo irónico era que estaba apunto de hacerlo con el viaje.
Ese era uno de mis temores hasta ahora, por un lado me alegraba la idea que pasaremos un tiempo juntos, sin ningún tipo de molestias; pero por otro sentía que la estaba haciendo correr un gran peligro y eso era lo que menos quería, ponerla en peligro.

Pasamos horas metidos en la entrevista, cuando de repente escuchamos voces y risas de personas que estaban a punto de entrar en la escena.
Valeria se sobresaltó y apagó con un poco de torpeza la grabadora, me miró confusa, pero para ese momento yo ya sabía de quiénes se trataban.

Era mi padre acompañado de mis hermanos. 

3 comentarios:

  1. OMG! años de no leer ni comentar, pero hoy me he puesto al día con todo lo que me había perdido. La escuela me trae completamente loca DD: en fin ._.

    ¡Adoré la forma de describir a Valeria que tiene Michael! enserio la adoré :3 su forma de verla es tan tierna y única. Por otra parte, me frustra bastante sus inseguridades, como la quiere junto a él, pero como a la vez sabe que no es buena idea arriesgarse. Es amor verdadero lo que le regala ese chico, uno sin tener egoísmo ni esas cosas de por medio.

    Eres genial *-* me gusta tu forma de narrar.

    ¡Síguele pronto! y suerte en tus estudios.

    Ti amu ♥

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  2. Aaaaaaww! :3 un capitulo narrado por Michael... Me encanto!!

    Y cambiando de tema... hasta que das señales de vida! Ya me habia acabado las uñas esperando a que publicaras, ¡Pero la espera ha terminado! :D

    Y que buen capitulo! Lo ame, de principio a fin! Y el final me ha dejado muy intrigada!
    Espero puedas actualizar pronto! Morire si no lo haces!

    Ya se te extrañaba;)
    Saludos, y muchos muchos besos!

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  3. Me alegra mucho el hecho de que hayas vuelto a escribir.Sigue así y no pierdas tu encanto!

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