domingo, 5 de diciembre de 2010

Capítulo 6: "Matar al pasado y vivir el presente..."


-         ¿Por qué te sorprendes tanto? -soltó una risa que se confundía entre burla y altanería.
-         Josh, ¿qué diablos haces aquí?
Lo fulminé con la mirada y empecé a mirar a todos lados ante la presencia de mi desesperación.
-         Que manera de recibirme, después de estos años sin verte y solo me dices “¿qué diablos haces aquí?”.
-         Sabes que tu presencia no me agrada.
-         Hey, tranquila… vengo en son de paz.
-         ¿Son de paz? Jamás le darás paz a mi vida. Por favor, vete a otro lado… tu solo me traes malos recuerdos.
-         ¿Malos recuerdos? Pero si los dos vivimos momentos inolvidables, no me puedes tratar de esa forma después de todo lo que pasamos.
-         Mira, este no es el momento y ni el lugar para hablar de nuestro pasado, ¿ok? Además, esos “momentos inolvidables” para mi, ya quedaron bien enterrados.
-         No me puedes decir eso, yo… todavía siento algo por ti Valeria.
-         Josh, por favor… han pasado más de tres años desde que pasó lo de nosotros. Ya, ¡basta! -lo empujé y me fui a otro lado.
Me detuvo agarrándome fuerte del brazo.
-         Valeria, escúchame…
-         ¡Me estas haciendo daño! Aléjate de mi… no quiero volver a verte, estoy tratando de olvidar todo mi pasado para ordenar mi presente y construir mi futuro. ¡Ya! No quiero saber de ti. ¡Vete!
-         Vas a saber de mí aunque no quieras, volverás conmigo y aunque te duela… tendrás tu pasado atormentándote hasta que no lo afrontes como debes de hacerlo.
Me soltó y me puse a llorar inexplicablemente.
-         Solo, aléjate de mi… -logré decir eso con un hilo de voz.
Josh se alejó de mi y como si hubiese usado un poder especial, desapareció entre toda esa gente. No podía creer lo que había pasado.
Al instante, sentí la mano de Adela sobre mi hombro.
-         ¿Te sientes bien?
Me giré y me lancé a llorar a los hombros de ella, me llevó al baño y empezamos a hablar.
-         ¿Qué tienes? ¿Por qué lloras? ¿Te hicieron algo?
-         No, no, no, ¡no! Deja de hacer preguntas.
-         Pero entonces, dime algo… ¡ya! Me tienes preocupada.
-         Adela, acabo de ver a Josh…
-         ¿A Josh? No… no puede ser. ¿Qué quiere ese idiota?
-         ¿Qué quiere? Joderme la vida otra vez… eso es lo que quiere.
Estaba hecha un lío, sentía nervios, miedo y tristeza ante todo lo que había pasado. Pero después de unos momentos en que Adela me habló, pude lograr tranquilizarme.
-         Ahora si, puedes decirme… ¿qué te dijo Josh?
-         Vamos de vuelta al hotel y te contaré.
-         Como quieras.
En el camino a la habitación, le pedí disculpas unas incontables veces a Adela por haber arruinado su noche… era una total idiota por dejarme apabullar por un chico que valía tan poco como la relación que mantuvimos años atrás.
Ella sólo me decía “no te preocupes, tu estado me interesa más que otra cosa”, pero aun así… me sentía muy mal.
Cuando llegamos a la habitación del hotel, le conté todo lo sucedido envuelta en un mar de lágrimas, casi no podía hablar.
-         De verdad, solo a ti te pasan estas cosas… estábamos de lo más bien y justo en esa disco se viene a aparecer él.
-         Son coincidencias, pero bueno… de verdad, discúlpame por arruinarte la noche. -bajé la cabeza.
-         Ya te dije unas diez mil veces de que no importa, tu estado emocional estaba colapsando. Necesitabas de mi ayuda.
-         Bueno, pero… te debo la salida. -hice un esfuerzo y sonreí.
-         Si, como digas linda… ahora acuéstate, mañana te espera un trabajo cargado, ¿recuerdas?
-         Michael… -susurré.
-         ¿Qué?
-         No nada, olvídalo… me cambio y me tiro a dormir.
Ya acostada en mi cama y con Adela en la otra durmiendo, me puse a pensar… a recordar amargamente mi pasada situación con Josh.
A él lo conocí cuando apenas cumplí los diecisiete años cuando yo todavía era una estudiante novata, nos hicimos buenos amigos y poco a poco fuimos “enamorándonos” sin explicación alguna. Con él pasé momentos, como me dijo en la disco, inolvidables… pero también pasé las situaciones más desagradables que nunca había querido ver o pasar.
Capaz y me ilusioné tanto con Josh, que cuando descubrí que en realidad el me engañaba con diferentes chicas fue un gran golpe para mí. Pero la gota que derramó el vaso, fue el instante en que el quiso sobrepasarse conmigo… tratando muchas veces de forzarme a algo al cual yo me negaba y así poco a poco me humilló vilmente causando que desde esa edad en adelante, yo no crea en ese tipo de cosas, como es el amor.
Cuando me dí cuenta de que enfrentar el pasado no era difícil, me sentí tranquila. Pero tan solo acordarme de que Josh estaba cerca de mí, me asustaba y la angustia volvía a mí.
Caí dormida y logré liberarme de toda esa situación por unas horas. Casi al instante, sentí la voz de Adela levantándome…
-         Vale, despierta… tienes que alistarte.
-         No puede ser que el tiempo pase tan rápido. -bostecé.
-         Y de ahí soy yo la que exagera, vamos ya! Levántate.
-         Esta bien, esta bien… ya voy.
Me levanté y miré la hora. Son las siete de la mañana -pensé- no puedo creer lo temprano que es.
Me miré al espejo, tenía las ojeras más marcadas que de costumbre, lo de ayer me había dejado exhausta.
-         Adela, no tengo cara para comenzar hoy… por favor, ¿puedes cancelar la entrevista para mañana?
-         No. -me sonrió.
Suspiré. Ok- le dije- muchas gracias. Tomé un baño y me alisté.
-         Valeria, ¿quieres desayunar algo?
-         No, solo quiero una taza de café, por favor.
-         Tanto café terminará contigo mujer. Bueno, el chofer viene en…
Un señor tocó la puerta y nos avisó de que el señor que me llevaría donde Michael ya estaba abajo esperando por mi.
-         Bueno, me voy…
-         Cuídate si? Mira que este trabajo lo es todo para las dos.
-         No te preocupes, lo tengo muy en claro. Adiós.
-         Adiós.
Bajé y me dí con la sorpresa de que el auto no era lo que yo creía, lo que vi era un vehículo tipo limosina, era muy lujoso y ostentoso.
-         No, definitivamente no me subiré ahí.
-         Señorita -me dijo el chofer abriéndome la puerta.- me dicen que está usted algo retrasada, por favor suba al carro.
Lo miré extrañada, pero le hice caso… subí.
En el camino mantuve una conversación con el chofer, hasta que llegamos a una mansión, con una hermosa entrada y lleno de árboles al interior.
Bajé y una joven de cabellos negros y rizados me recibió.
-         Hola, soy Janet… tu debes ser Valeria, ¿verdad?
-         Mucho gusto señorita Janet. Y si, soy Valeria la…
-         Encargada de la entrevista a mí hermano, ¿no? -me interrumpió.- pero bueno, nada de formalismos, siéntete como en tu casa.
Tomó amablemente de mi mano y me llevó hacia dentro de la mansión. Mi impresión crecía más y más.
Yo no dejaba de ver todas las cosas hermosas que había en ese lugar mientras que Janet me explicaba historias de cada una de los cuadros que había en la pared. Para ser más específica, eran fotografías.
-         Veo que Michael empezó su carrera desde muy niño…
-         Si, casi desde los…
-         6 años.
Se escuchó una voz dulce pero firme, miré hacia arriba y ahí se encontraba Michael, espiándonos de una forma graciosa desde el barandal de la escalera.
-         Gracias Janet por recibirla, ahora si… tu tarea terminó aquí. -le sonrió de una forma divertida.
-         Como quieras Mike. -mirándome- ten cuidado con este tipo, suele ser un poco torpe. -se giró hacia Michael y le enseñó la lengua.
Se fue y yo me quedé riendo.
Michael bajó hacia donde yo estaba y me saludó de una manera muy caballerosa.
-         Buenos días Valeria, es un gusto volver a verla.
Agarró mi mano suavemente y le dio un cálido beso.
-         También es un gusto volver a verlo señor Jackson. -retiré mi mano de la suya.
-         ¡Hey! No, nada de formalismos… tu solo llámame Mike.
-         Está bien, MIKE.
Nos empezamos a reír.
-         Bueno, ahora… ¿por donde quiere comenzar?
-         No sé, tal vez por… ¿sentarme?
-         ¡Oh, cierto! -tomando mi mano de nuevo.- Ven.
Entramos a un pequeño despacho, casi parecido al del hotel donde por primera vez lo vi. Estaba algo intimidada y es que, siempre cuando estoy a punto de iniciar un trabajo importante e interesante suelo ponerme así. Y viendo la magnitud de lo que empezaré a hacer, me hacía poner más nerviosa y torpe.
-         Bueno, ahora si… ponte como más te sientas cómoda y empecemos.
-         Esta bien. -me senté- solo déjame sacar algunas cosas que necesito.
-         Claro…
Saqué de mi bolso un lapicero y mi gastada libreta de notas.
-         Ahora si. -le sonreí alegremente.
Comencé con preguntas básicas como ¿tu nombre completo? ¿edad? ¿género musical? ¿desde cuando estas en este medio? etc., etc. En algunas preguntas Michael me lanzaba miradas como preguntando ¿tan poco sabes de mí? Pero no me sorprendía, sabía tan poco de él y no era porque no me gustaba su música, la verdad era que yo solía ser poco minuciosa con esos temas. Te podría saber nombres de canciones, pero si me preguntabas quién era el autor, yo simplemente alzaba los hombros y decía la respuesta más común “no sé”.
-         Ahora… quiero que me cuentes, ¿Cómo así la música te llamó la atención a tan corta edad?
-         Bueno… creo que eso no te podría contar con absoluta asertividad, pues… la música no vino a mí como por arte de magia ¿entiendes? Poco a poco sentí como el sonido se volvía parte de mí y yo traté de desarrollar eso a pesar de la poca edad que tenía… con decirte que ni sabía limpiarme los mocos, pero yo ya sentía que podría ser alguien en esa industria.
Empecé a reírme y él también pero con un toque de timidez. Prosiguió.
-         Quizás y de verdad nací con el don, pero hasta que no pude demostrárselo a muchos, no lo tomé como cual.
Michael hablaba con una pasión inigualable, yo sólo lo escuchaba y mis ojos prácticamente se iluminaban por la forma en que describía su afición a la música y todo lo innovador. Tomé nota de todo lo que me dijo y seguí con las preguntas.
-         Ahora poco, estrenaste “Thriller”…
-         Sí, ¿te gustó? -me interrumpió.
-         ¿Disculpa?
-         Si te gustó el disco.
-         Ah, pues… yo, bueno…
-         ¿No lo haz escuchado, verdad?
-         No, lo siento…-me avergoncé.
Michael me miró algo decepcionado para después bajar la cabeza, pero al instante alzó la mirada y me sonrió como un niño inocente parándose de un salto.
-         Espérame un rato aquí.
-         Pero…
-         ¡NO DEMORO!... -me gritó a lo lejos.
-         Ok. -dije para mí misma.
Al rato Michael llegó con las manos hacia atrás y mirándome con picardía se me acercó lentamente.
-         Tengo una sorpresa para ti.
-         ¿Pa… para mí? -la miré sorprendida y me levanté del sillón.
-         Si, para ti. Pero… cierra los ojos.
-         Está bien. -dije cerrándolos y estirando mis dos manos.
Michael colocó sobre ellas el objeto que pude identificar rápidamente y antes que pueda abrir los ojos él me advirtió.
-         Ahora si, puedes abrirlos.
Abrí los ojos y me di cuenta que no estaba equivocada… era el disco Thriller. Hice una expresión de sorpresa y le sonreí.
-         Michael, perdón… Mike, yo no puedo recibir esto. De verdad gracias, pero si quieres que lo escuche con gusto corro a la tienda de discos y me compro uno…
Tapó mi boca con un dedo y me miró con ternura.
-         Es un regalo, vamos… recíbelo.
-         Pe… pero, yo…
-         Por favor, acéptalo.
Suspiré e hice signos de afirmación soltando una pequeña sonrisa.
-         Ok, acepto el regalo.
-         Excelente, quiero que lo escuches conmigo.
-         ¿Ahora? Pero, tengo que seguir con la entrevista.
-         No seas aburrida, puedes seguir con eso mañana… ¡vamos! Quiero que lo escuchemos ahora.
-         Bueno, pero si me retrazo con el trabajo… te culparé a ti, eh.
Se echó a reír con fuerza y me tomó de la mano.
-         Si que eres graciosa, así cualquiera quisiera dar entrevistas más seguido.
-         Tienes suerte de que este de buen humor.
-         ¿Tan bien eres gruñona?
-         ¿Gruñona? -riéndome- Si lo quieres poner así, entonces sí… a veces suelo ser una “gruñona”. Pero, por qué dices “también” acaso ¿hay otra aparte de mí?
-         Mmmm… pues sí. Janet suele renegar cuando le hago algunas travesuras.
-         Bueno, yo también renegaría si alguien me hace alguna travesurilla. En fin, ¿dónde escucharemos el disco?
-         Aquí.
En esa mansión cualquiera puede perderse, había muchas puertas y Michael me llevó a una que se diferenciaba de los demás, era de color blanco haciendo contraste con la pared beige.
-         Ven entra.
Entramos y me dí cuenta de que esa tarde me iba a llevar un montón de sorpresas. El cuarto estaba lleno de discos, premios y fotos.
-         ¡Wao! Tu si que tienes premios.
-         Si, bueno… no los suficientes.
-         Pero si los necesarios para saber que eres bueno en lo que haces.
-         Gracias.
Nos sonreímos.
-         Bien, quiero que escuches esta canción. Se llama “Pretty young thing” pero yo lo puse como “P.Y.T”
La puso y cuando la escuché me quedé sorprendida, la forma en que combina los ritmos, la balada con el funk. Simplemente era buena. Terminó la canción y Michael puso la siguiente.
-         Esta es “Baby be mine”. Creo que te va a gustar.
Y estaba en lo cierto. Cuando escuché la canción, me dieron unas ganas inmensas de bailar. Era inevitable, el ritmo era tan contagiante que hasta uno del “CBGB’s” lo llamaría a hacerlo. Michael se dio cuenta de mis ganas.
-         Bailemos. -me jaló del brazo y me aproximó hacia él.
-         Mike, estás loco…
Soltó una carcajada y empezamos a bailar. Yo no era muy buena en eso, pero él… era todo lo contrario, su forma sexy de bailar… me atrapó. Nunca en mi vida sentí tanta admiración junta hacia alguien tan rápido. Junto con el baile, empezamos a juguetear olvidándome por completo de mi verdadero objetivo, nos la pasamos riendo como dos niños. Hasta que quedamos muy cerca el uno con el otro, lo tenía a menos de 10 centímetros de distancia y podía sentir su respiración. De pronto, abrieron la puerta de golpe.
-         ¿Interrumpo algo?
Escuchamos una voz autoritaria y me asusté, rápidamente me separé de él.

3 comentarios:

  1. chica hermosa escena me acabas de poner eres genial, vale es tan linda, y ese maldito desgraciado de Josh, aaa como lo odio ojala se lo trage la tierra mir que llegar as de repente como si nada, que poca verguenza tiene y que poca cosa aggg, bueno Michael reconforta mi coraje, quedo hermoso, ya quisiera yo poder bailar con el ay vale te sacaste la lote jajaja besitos abachos
    sigue asi nina
    PAZ Y AMOR
    BIE LIAO

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  2. ahijadaaa
    P.Y.T esa cancion m encantaaa (Y)
    y se q eres viciosa cn esa song ajajaja
    sigela asii mujerr XD
    ia kiero leer el sgt cap XD
    ponlo pronto o veras q le pasa a tu cerquillo ¬¬
    XD
    jajaja tkm amiaaa

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  3. Me equivoque era Josh no Mike... plop--- :p
    Valla que tal indirectas que se mandaba Michael con el P.Y.T y baby be mine... si Michael me hubiera besado la mano al saludarme yo me derretía.

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